Historia del Cómic (IV): Guillermo el Travieso y otras bandas

 

Recordando mis lecturas de infancia, me vino con sumo agrado a la memoria la serie de libros escritos por Richmal Crompton (Bury, Lancashire, 15/11/1890-Farnborough, 11/01/1969) que narraban con gracia y sagacidad, así como con una exquisita sensibilidad femenina, las aventuras de Guillermo (William Brown) y sus amigos. Esta escritora inglesa fue hija de un pastor protestante y maestro de la escuela parroquial. Es curioso que su obra no se limitó a las travesuras de Guillermo y sus amigos, dirigidas a los niños y adolescentes, sino que se especializó en narraciones de terror.

  • Las narraciones de Guillermo adolecen de un estilo irónico, humorístico, costumbrista, describiendo con todo lujo de detalles la sociedad de su tiempo y el habla de los niños. Guillermo tiene su pandilla de “Los Proscritos”: Enrique, Pelirrojo, Douglas y el perro de raza indefinida Jumble, con algunas incursiones de la niña llamada Juanita. Los muchachos se enfrentan en situaciones divertidas con la clase media en la que viven y las costumbres tan tradicionalmente británicas como incomprensibles para ellos y contra las que se rebelan.


    Los enemigos de los muchachos son los padres y hermanos mayores, el mundo adulto, los niños ricos, llenos de corrección e hipocresía. Se oponen la educación y la buena conducta tradicional a la rebelión anticonformista de los muchachos. Se consigue así una sátira social sobre los nuevos ricos, la copia de la alta sociedad y la condición de los pobres, así como las sociedades bíblicas, los movimientos sociales.

    Quizás fue esta rebeldía inocente de los muchachos, su anarquía y la sátira social lo que hizo que esta serie de libros alcanzara gran éxito en la España de los años 40 y 50, en aquellos libros de Editorial Molino, profusamente ilustrados por los magníficos grabados de Thomas Henry.

    A los muchachos de aquellos años nos encantaron las aventuras de Guillermo, haciendo de esta serie de libros una de nuestras series preferidas, si no la preferida. Y la descripción de la sociedad británica, tan diferente de la española, tenía un atractivo particular para los que conocíamos algo de la literatura inglesa, como los libros de Charles Dickens y las aventuras de Sherlock Holmes.

    Y esto nos acercó a historietas en las que aparecían pandillas con las que nos identificábamos, deseando correr aventuras maravillosas como las que ellos conocían. Estas bandas de niños o adolescentes no tienen nada que ver con las bandas que existen hoy día. Hoy son delincuentes, violentas y perversas. Aquellas con las que soñábamos eran ingenuas, divertidas, solidarias, humanistas y con principios morales, aunque algunas fueran traviesas.


    La primera que nos viene a la mente es un gran clásico: Our Gang, de Hal Roach, una serie que duró de 1922 a 1944. De 1942 a 1949 se publicó en cómics, dibujada por Walt Kelly. La conocimos en España a través de la revista La Pandilla, de la editorial El Gato Negro, 1926.

    Esta serie también conoció la gloria en el cine, lo que inspiró a Miguel Quesada para realizar una de sus primeras obras, La Pandilla de los Siete, que conoció muchas aventuras.

     

    Pero sin duda, la pandilla más famosa en clave de humor fue la de Jaimito, cuyas aventuras, después de una breve vida en cuadernillos, se publicaron en la revista que llevaba su nombre, publicada por la Editorial Valenciana desde 1944/45.

    Sus componentes eran 4: Jaimito, el líder del grupo, Bolita, el muchacho rubio, bajito y gordito, Tejeringo, flaco y larguirucho, con cabeza de huevo rapada, y Rosquilleta, la chica de la pandilla, con trenzas y falda por encima de la rodilla, cuyo nombre evocaba algo delicioso para comer, algo insólito y atrevido en aquellos tiempos. Sus aventuras los enfrentaban con frecuencia al malvado representante de los “ogros” de los cuentos: Don Camorra, apodado “el Barbas”, siempre en oposición a los niños. Con toda libertad, los muchachos no solo conocían aventuras en el barrio, sin preocuparse de escuela, educación, ni nada parecido, sino que también viajaban por todo el mundo, sin trabas de pasaportes, permisos de conducir o pasaportes. La imaginación al poder.

     


    Artículo de Agustín Riera Torres, investigador y divulgador de la historia del Cómic y colaborador de Librería El Boletín (librería asociada a Uniliber).
     
     
     
    Referencias
     
    Karpa. Valencia Cómic. Andrés y Pedro Porcel, 1993.
    Pedro Porcel: La historia del tebeo valenciano. Ediciones De Ponent, 2002.
    Karpa. Manuel Luís Castro Magaz (4-9)
    La Fantasía, el Humor y la Aventura. Agustín Riera (10-14)
    Publicaciones. Manuel Luís Castro Magaz (15-35)
    Aquel mirar tan claro y elegante. Pedro Porcel (36-41)
    Historietas de Karpa (42-112)





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